El pasado marzo de 2022 se introdujeron una serie de modificaciones en la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, entre ellas, cambios en la tasa de alcoholemia: la nueva ley pone el foco en el alcohol, una de las principales causas por las que se producen numerosos accidentes en nuestras carreteras todos los años.
Desde Grupo Reclama te ofrecemos todos los detalles de los nuevos cambios a continuación.
¿Cuál es la tasa de alcohol máxima?
A pesar de que la Dirección General de Tráfico (DGT) determina que la única tasa de alcohol válida para conducir es 0,0 miligramos, es importante tener en cuenta que las sanciones se aplican a partir de una cifra superior a 0,25 miligramos por litro en aire espirado.
En este año 2024, se mantiene el límite establecido y la cantidad máxima permitida en sangre es de 0,5 gramos por litro. Sin embargo, para los menores de 18 años con autorización para conducir ciclomotores y vehículos de movilidad personal. En estos casos la normativa establece de manera específica que la tasa permitida de alcohol es de 0,0. Esta modificación constituye uno de los cambios más significativos en la última reforma de la ley de tráfico.
¿Y para conductores nóveles?
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Para los conductores noveles, aquellos que obtuvieron su licencia de conducir en los últimos dos años, se aplica una tasa máxima de alcohol permitida de 0,15 miligramos en aire espirado y 0,3 gramos por litro en sangre. Estas mismas cifras también son válidas para los conductores profesionales, quienes deben mantener una conducta especialmente responsable en la carretera debido a las exigencias de su trabajo y el transporte de pasajeros o mercancías.
¿A cuánto ascienden las multas por dar positivo en un control de alcoholemia?
Las sanciones para los conductores que manejen un vehículo bajo los efectos del alcohol varían entre 500 y 3.000 euros de multa. Además, los adultos que conduzcan Vehículos de Movilidad Personal (VMP) están sujetos a las mismas tasas de alcoholemia que los conductores de automóviles.
De acuerdo con esto, circular con una tasa superior a 0,25 mg/l en aire espirado y de 0,15 y 0,30 mg/l para conductores profesionales y noveles, resultará en una multa de 500 euros y la pérdida de 4 puntos en el carnet de conducir.
Si se superan los 0,50 mg/l en aire espirado, y 0,30 mg/l para conductores profesionales y noveles, la multa se incrementa a 1.000 euros y la pérdida de 6 puntos.
Conductores reincidentes
En el caso de conductores reincidentes que no sobrepasen los 0,60 mg/l, la multa puede superar los 1.000 euros y la pérdida de 4 a 6 puntos, dependiendo de la tasa superada.
Si la concentración de alcohol en aire espirado supera los 0,60 mg/l o los 1,2 gr/l en sangre, la sanción incluye una pena de prisión de 3 a 6 meses o trabajos en beneficio de la comunidad durante 30 a 90 días, además de la retirada del carnet de conducir por un período de 1 a 4 años.
¿Cuando hablamos de delito o de multa administrativa?
Según el artículo 379 del Código Penal español, todo conductor que sobrepase el límite previsto de 0,60 mg/l o 1,2 gr/l será condenado a la pena de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses. En cualquier caso, con la retirada del carnet durante un tiempo superior a un año y hasta cuatro años por la comisón de un delito contra la seguridad vial.
Por tanto, todo aquel conductor que dé positivo por debajo de 0,60 mg/l pero por encima de 0,25 mg/l en conductores que no sean noveles o profesionales. En este caso se enfrentará a una multa administrativa y a una posible retirada de puntos del carnet, mientras que cualquier conductor que arroje un resultado por encima de 0,60 mg/l se enfrentará a una condena penal que incluirá, además de la multa, la retirada del carnet.
¿Cuál es la cantidad necesaria para dar positivo?
Lo cierto es que no se puede establecer una cantidad de alcohol específica que garantice un resultado positivo en un control.
El impacto del alcohol en una persona varía debido a factores como su complexión física, peso, sexo y la presencia de alimentos antes y durante el consumo de alcohol, y otra serie de circunstancias. Por ejemplo, una cerveza, que contiene aproximadamente 0,5 gramos de alcohol puro, puede afectar a cada individuo de forma distinta en función de su metabolismo y de otros factores personales.
¿Cuáles son los efectos del alcohol en nuestra conducción?
Como hemos comentado, el consumo de alcohol es uno de los factores de riesgo más comunes en los accidentes de tráfico, estando presente en aproximadamente la mitad de los siniestros que se producen cada año en nuestras carreteras.
Afecta nuestra psicomotricidad
En primer lugar, el alcohol afecta nuestra psicomotricidad, interfiriendo en la coordinación de movimientos y la precisión. Experimentamos una pérdida de reflejos de anticipación. Algo que compromete nuestra capacidad para reaccionar rápidamente ante situaciones inesperadas en la carretera. Además, el rendimiento muscular se ve disminuido, lo que afecta nuestra capacidad para controlar el vehículo de manera efectiva, y altera nuestro equilibrio y coordinación motora y psicomotora.
Altera nuestra percepción y concentración
Por otro lado, el alcohol altera nuestra percepción y concentración de manera significativa. La capacidad para procesar la información del entorno se ve afectada. Esto resulta en una disminución de la agudeza visual y en la dificultad para captar detalles importantes en la carretera. Esto nos hace menos capaces de atender a múltiples fuentes de información simultáneamente, como las señales de tráfico y las luces. Además, el cálculo preciso de distancias y velocidades se vuelve más difícil, lo que agrava aún más la posibilidad de accidentes.
Afecta nuestro comportamiento
Además de estos efectos físicos y perceptivos, el consumo de alcohol también tiene un impacto significativo en nuestro comportamiento al volante. Genera una falsa sensación de seguridad, lo que nos lleva a asumir riesgos innecesarios y a cometer infracciones de tráfico. Nuestra responsabilidad y prudencia se ven disminuidas. Algo que puede dar lugar a conductas impulsivas y agresivas al volante. Estos cambios de comportamiento aumentan la probabilidad de accidentes y contribuyen a la ocurrencia de situaciones peligrosas en la carretera.
Como conductor, ¿por qué es importante evitar el consumo de alcohol?
Como hemos visto, es fundamental evitar el consumo de alcohol porque este afecta negativamente nuestras capacidades físicas, cognitivas y perceptivas. Este hecho aumenta significativamente el riesgo de sufrir o causar un accidente de tráfico.
El alcohol reduce nuestra coordinación motora, disminuye los reflejos, afecta la percepción del entorno y altera el juicio y la toma de decisiones. Por ello, conducir bajo los efectos del alcohol o de cualquier otra droga no solo pone en peligro nuestra propia vida, sino también la de los pasajeros, peatones y otros conductores en la vía.
Además, las consecuencias legales y sociales de ser sorprendido conduciendo bajo los efectos del alcohol pueden ser graves. Incluyen multas, pérdida de puntos en el carné de conducir, e incluso penas de prisión en casos graves. Por lo tanto, evitar el consumo de alcohol antes de conducir es una responsabilidad fundamental para garantizar la seguridad vial y prevenir tragedias en las carreteras.
En Grupo Reclama somos abogados especialistas en accidentes de tráfico. Podemos ofrecerte asesoramiento legal y apoyo en caso de haber sufrido un accidente relacionado con el consumo de alcohol. Nuestro objetivo es luchar por tus derechos y ayudarte a obtener la compensación que te corresponde.
No dudes en contactarnos si necesitas asistencia legal o tienes alguna pregunta. Estamos aquí para ayudarte y proteger tus derechos en caso de accidente de tráfico.
Recuerda que la seguridad vial es responsabilidad de todos. Si vas a conducir, evita el consumo de alcohol por completo. Tu vida y la de los demás usuarios de la vía dependen de ello. Juntos podemos crear un entorno vial más seguro y prevenir accidentes relacionados con el alcohol.
