El efecto látigo o efecto latigazo en conducción es un movimiento violento que soporta el cuerpo como consecuencia del desplazamiento del mismo por aceleración y deceleración ocasionando una hiperextensión del cuello.
Los frenazos o desaceleraciones bruscas, los impactos laterales o los incrementos de velocidad ocasionados por un choque en la parte trasera del vehículo ocasionan todo tipo de lesiones, aunque la más habitual es el latigazo cervical por accidente de tráfico, lo cual abre la posibilidad de conseguir una indemnización por accidente de tráfico.
La causa más frecuente del latigazo cervical es un accidente de tráfico a baja velocidad, que impulsa el cuerpo hacia adelante mientras que la cabeza queda retrasada ocasionando hiperextensión, aunque también puede ser debido a un frenazo, por lesiones deportivas o caídas de altura.
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